Ilha Grande es declarada zona de conservación de murciélagos

Los delicados y casi imperceptibles hilos de las redes de niebla, junto con las grabaciones sonoras, son las herramientas que utilizan los investigadores de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) para estudiar a los murciélagos que habitan en Ilha Grande, en el municipio de Angra dos Reis, en la costa sur de Río de Janeiro. Esta vigilancia, que ya permitió identificar una nueva especie en el estado, ha sido clave para que la isla obtenga un reconocimiento internacional: Área de Importancia para la Conservación de los Murciélagos (Aicom).

Este título, otorgado por la Red Latinoamericana y del Caribe para la Conservación de los Murciélagos (Relcom), sirve como una herramienta para proteger a estos animales, sean amenazados de extinción o no, al declarar áreas protegidas.

Relcom reconoce áreas que cumplen con uno o más de los siguientes criterios: albergar especies importantes para la conservación a nivel nacional o regional; contener refugios utilizados por una o más especies de interés para conservación; y presentar una alta diversidad de especies, sin importar su nivel de amenaza.

Ilha Grande es una de las regiones con mayor diversidad de murciélagos en el estado de Río de Janeiro. Se han identificado 37 especies, lo que representa el 19,9% de las especies conocidas en Brasil; el 37,8% de las especies de la Mata Atlántica y el 46,8% de las especies registradas en el estado.

"Los murciélagos son animales poco conocidos. La gente les teme mucho y no se da cuenta de lo importantes que son para el medio ambiente. Este reconocimiento internacional que Ilha Grande ha obtenido es crucial porque permitirá que la gente conozca mejor a los murciélagos", afirma Luciana Costa, investigadora del Laboratorio de Ecología de Mamíferos de la UERJ que trabaja en el lugar.

"Son muy importantes para nosotros debido a sus diversos hábitos alimenticios. Pueden dispersar semillas, polinizar plantas y controlar insectos, y poca gente lo sabe", agrega Costa. "Si los murciélagos se extinguieran, sería devastador para el mundo", concluye.

Luciana Costa, investigadora del Laboratorio de Ecología de Mamíferos de la UERJ - Luciana Costa/Arquivo pessoal

Conociendo a los murciélagos

Los murciélagos son mamíferos con finas membranas que unen sus dedos para formar alas. Además de su capacidad de volar, se mueven y cazan gracias al uso del sonido. Emiten ondas sonoras que, al rebotar contra obstáculos, regresan y les permiten trazar rutas y localizar presas y alimentos.

Estos animales, que han inspirado personajes de ficción como vampiros o el superhéroe Batman, son activos durante la noche, momento en el cual es más probable verlos y oírlos. Presentan una variedad de hábitos alimenticios.

Costa explica que hay murciélagos frugívoros, que comen frutas y contribuyen involuntariamente a la dispersión de semillas, reforestación y polinización de flores que florecen solo de noche. También los hay que se alimentan de insectos, ayudando a controlar plagas agrícolas y mosquitos transmisores de enfermedades. Otros se alimentan de pequeños vertebrados, como lagartijas y ratones.

Por último, los murciélagos hematófagos son los más temidos. "Estos murciélagos se alimentan de sangre, lo que genera temor en muchas personas. Se nutren de grandes mamíferos, como tapires, armadillos y grandes aves", comenta la investigadora.

Laboratorio de Ecología de Mamíferos de la UERJ - Uerj

Investigación en Ilha Grande

Según Costa, todos estos tipos de murciélagos se encuentran en Ilha Grande. En esta área, el Laboratorio de Ecología de Mamíferos lleva a cabo investigaciones principalmente de dos maneras. Una de ellas es mediante el uso de redes de niebla, revisadas cada 20 minutos para evitar que los murciélagos queden atrapados por mucho tiempo. Los animales son identificados y liberados.

Otro método es el seguimiento acústico. "Registramos el sonido de los murciélagos, su ecolocación. Luego, llevamos esos sonidos al laboratorio para intentar identificarlos a nivel de especie", explica Costa. Este método permitió documentar el murciélago Promops centralis en Río de Janeiro, especie que se había registrado en Brasil anteriormente, pero no en este estado.

"Es un murciélago insectívoro que vuela muy alto, por eso no cae en las redes de niebla. Con el monitoreo acústico, pudimos registrar esta especie y ampliar su distribución al estado de Río de Janeiro, donde antes no estaba documentada", señala Costa.

Ilha Grande alberga también especies como Furipterus horrens, clasificada como vulnerable en la lista brasileña de especies amenazadas; Lonchophylla peracchii, reconocida como nativa de la Mata Atlántica; Myotis nigricans y Myotis izecksohni, igualmente endémicas de la Mata Atlántica; y Tonatia bidens, clasificada como "deficiente de datis" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, ya que no hay suficiente información para evaluar su riesgo de extinción.

Ilha Grande es una de las regiones con mayor diversidad de murciélagos en el estado de Río de Janeiro. Se han identificado 37 especies, lo que representa el 19,9% de las especies conocidas en Brasi - Alcadía de Angra dos Reis

Convivencia con personas

Debido a la deforestación y el crecimiento urbano, los murciélagos están cada vez más cerca de las personas. Además de habitar en partes huecas de los árboles y ocultarse bajo las hojas, ahora se les encuentra con mayor frecuencia en los tejados y edificios de la isla.

A veces, las construcciones humanas incluso favorecen a estos animales. "Por ejemplo, al construir una casa con un tejado con espacios vacíos, los murciélagos ven en ese lugar un excelente refugio, ya que está protegido de la lluvia y de los depredadores, lo que facilita su reproducción", explica la investigadora.

Esta proximidad también exige una mayor concienciación por parte de la población. El proyecto "Murciélagos en la Plaza", llevado a cabo por el Laboratorio en colaboración con la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro (UFRRJ), está diseñado para promover la educación ambiental entre los habitantes de la isla.

Se aconseja a la población no tocar a los murciélagos para evitar mordeduras y tener precaución en lugares donde se acumulan sus heces, ya que inhalar esporas de hongos puede causar enfermedades como la histoplasmosis, una infección que afecta a los pulmones y se puede diseminar por todo el cuerpo. En estos casos, se recomienda usar mascarillas y otros equipos de protección, así como humedecer las heces para evitar que las esporas se propaguen por el aire.

Otra recomendación importante, según Costa, es no matar a los murciélagos. "Los murciélagos son animales salvajes y están protegidos por la ley. Matar a un murciélago constituye una infracción legal", enfatiza.

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